De ahí, pienso, que Peter Jackson –con ayuda de Chuck Palahniuk, quien firmaría aquí su primer guión original– necesitara volver a su juventud ‘splatter-gore’.
Con estética de filme clase B –aquellos con hombres lobos adolescentes y ‘frankensteins’ juveniles y hombres con ojos de rayos X y muy poco respetuosas adaptaciones de Poe y Lovecraft–, este retorno a lo más alto toca, también, otro lado de Jackson: el de ‘Criaturas celestiales’ y el modo en que la cultura popular puede llegar a enloquecer a las mentes y cuerpos de adolescentes.
Así, ‘King of Plop!: I Resurrected Michael Jackson’ narra una historia sencilla y retorcida: Mickey se niega a aceptar la muerte de su ídolo, Michael Jackson, y se las arregla para robar su cadáver y –con la ayuda de Raven, su novia gótica– traerlo de nuevo a la vida como zombi. Y es aquí donde Jackson provocó la ira de los seguidores del autor de ‘Billie Jean’: porque el aspecto y el comportamiento del Michael Jackson no-muerto del Más Allá no resultaban demasiado diferentes del Michael Jackson no-vivo de sus últimos tiempos en el Más Aquí. Es decir: pálido, delgado, dice cosas muy raras, sonríe todo el tiempo y se le cae la nariz. Y la verdad que, al poco tiempo, Mickey y Raven no saben muy bien qué hacer con él. Jackson (Peter) tampoco y todo termina con un gran número musical en el cementerio. El padre de Jackson (Joe) no demoró en demandar a Jackson (Peter) quien se excusó con un “no hice más que darle una alegría y cumplirle un deseo. Y si no me creen, vean el videoclip de ‘Thriller”.
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