Gijón, Ángel CABRANES
Michael Jackson sigue vivo, o así lo pretende Miguel Concha. Este chileno de 32 años comenzó desde muy pequeño a emular al cantante estadounidense, fallecido el año pasado, llegando a proclamarse vencedor en toda latinoamérica de varios concursos de imitadores del nombrado rey del pop. Incluso en su país natal, la multinacional Sony le contrató como imagen para la presentación del documental «This is it» (una grabación que recoge las últimas horas de vida de Jackson, ensayando su próximo concierto en Londres). Ahora, Miguel Concha se encuentra de gira europea con «Jackson Tribute», un espectáculo en el que recuerda las mejores canciones del malogrado artista y con el que visitará mañana, a las 23.00 horas, el escenario de la playa de Poniente de Gijón.
-¿Cuándo comenzó a seguir los pasos de Michael Jackson?
-Tenía 7 u 8 años cuando vi el videoclip de «Thriller». Quedé impactado. Para esa época ver a alguien que bailara así te llama la atención. Empecé a imitarle en las fiestas del colegio, en Santiago de Chile, y más tarde en discotecas, la Universidad, concursos... Me lo curraba mucho, porque en cuanto podía iba añadiendo un vestuario más parecido al original e incluso efectos de humo.
-¿Cuándo decidió dedicarse profesionalmente a imitarle?
-Hace tres años. Soy licenciado en Educación Física, y en un principio lo compaginé con mi trabajo como docente. Más tarde me di cuenta de que, si quería hacerlo realmente bien, tenía que tener una dedicación plena y muy seria. Ahí empecé a perfeccionar lo que se convertiría en el «Jackson Tribute».
-¿Cómo llegó a formar parte de este espectáculo?
-Llegó poco a poco. Empecé haciendo gira por todo Chile, y más tarde viajé a México, Argentina y Estados Unidos. La buena acogida que tuvo mi trabajo en latinoamérica me propició cruzar el charco y lograr un concierto en Francia. Además, vino unido con el privilegio de poder asistir como invitado al concierto de Michael Jackson en Londres. A la semana de llegar a Europa fue cuando él falleció.
-¿Cómo recuerda aquel día?
-Fue muy triste. Cambió mi vida totalmente. Ese mismo día un coche me atropelló en Francia y estuve hospitalizado tres meses, enyesado hasta el hombro. Casi muero también. Perdí los conciertos y todo lo que había invertido.
-¿Cuándo resurge su carrera?
-La productora Due Music estaba realizando un casting mundial para hacer un proyecto que sirviera como tributo a Michael y me llamaron. Les comenté el accidente que había sufrido y una vez recuperado tuve la fortuna de ser el elegido para encabezarlo.
-Una buena noticia dentro de la tragedia de perder al rey del pop.
-No lo veo así. Preferiría que siguiera vivo antes de que yo me pudiera enriquecer de su desaparición. Sólo trato de rendirle un homenaje, intentar recordar su trayectoria.
-¿Qué hizo a Jackson diferente del resto?
-No habrá otro como él. Un artista completo, protagonista de temazos como «Billy Jean». Él fue el precursor de los videoclips. Un pionero digno de imitar.
-Incluso se ha sometido a alguna operación estética para parecerse a él.
-Sí, algún pequeño retoque en la nariz, pero algo mínimo.
-¿Qué le dice su familia de esta pasión?
-Lamentablemente vengo de un contexto familiar similar al de Jackson. Mis padres se separaron cuando era muy niño y fue algo que me involucró mucho con él. A los 17 años ya vivía sólo. Tengo un hijo que está muy contento con mi carrera y me apoya en todo momento.
-¿Le han llegado a confundir con el mismo artista?
-Sí, muchos me paran por la calle y me comentan que me parezco mucho. Hubo días en los que me paseaba en limusina y creían que era el propio Michael. En Huesca, después de que él falleciera, hubo un montón de gente que se agolpó en la puerta de mi camerino para conocerme de cerca. Lo pasé un poco mal, porque hay quien todavía le cuesta asimilar que Michael ha muerto, y yo no soy él.
-¿Cómo será el concierto en Gijón?
-Serán dos horas de espectáculo cargado de sorpresas, con un vestuario hecho a medida e imagen del que se viera en los shows de Michael. Más de 30.000 vatios de sonido y 80.000 de iluminación, un grupo de baile. Todo lo necesario para rendirle un buen tributo al público y al artista.
«Me han llegado a confundir con el rey del pop por la calle; hay a quien le cuesta asumir su desaparición»
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